CAPÍTULO 10: AMENAZA LATENTE

Raziel suspiró y permaneció en silencio unos minutos, con la mirada perdida tras el increíble relato de Karlen. Para él, incluso siendo un Ángel, jamás se le había contado esta historia, la cual había sido mantenida en secreto bajo juramento.

—Es increíble lo que me contaste, de verdad. Jamás me enteré de lo que había ocurrido —dijo Raziel.

—Seguramente el cónclave de los Arcángeles lo mantuvo en secreto para evitar que nuevos Ángeles puedan volver a verse tentados —le respondió Karlen.

—Aun así, podría pasar. Solo basta que alguno de nosotros… perdón, de ellos, los Ángeles, tenga dudas —continuó Raziel.

—En efecto, podría pasar lo que dices. O quizás pasó y no te enteraste… —dijo Karlen, con un tono que dejaba en el aire una insinuación que inquietaba a Raziel.

Contrariado, Raziel pensó unos segundos. No estaba en conocimiento de algún otro episodio similar.

—No lo creo, me habría enterado… supongo —dijo Raziel.

—Quizás no te contaban todo. Y si es que ocurrió, pudo ser controlado a tiempo. Quién sabe… —Karlen mantuvo una pausa que parecía cargada de significado.

Raziel frunció el ceño, la duda comenzaba a instalarse en su mente. Había sentido que, desde que llegó a la Tierra, no todo encajaba.

—Karlen, por favor, si sabes algo más, solo dímelo —insistió Raziel, su curiosidad mezclada con preocupación.

Karlen hizo otra pausa, más larga esta vez.

—No puedo decirte algo de lo que no estoy completamente seguro. Tengo algunos antecedentes de que sí ocurrió algo similar un tiempo después, que no llegó a desencadenar una rebelión, por supuesto. Sin embargo, hay un nombre que siempre aparece relacionado: Belial.

El nombre cayó como una piedra en el estómago de Raziel. Había escuchado alguna vez sobre un Ángel llamado Belial, pero tenía entendido que ya no se encontraba en el Cielo, aparentemente en una misión que se le había encomendado. La incomodidad que había sentido durante días se intensificó.

En ese momento, sonaron unos golpes en la puerta.

—Adelante, pase —indicó Karlen.

Era el profesor Friebal.

—Hola Karlen. ¿Perdón, interrumpo?

—Hola, Friebal, no, para nada. Solo conversábamos. Tú, ¿qué tal? ¿Todo bien?

—Todo bien, no me quejo —respondió Friebal al momento que veía a Raziel—. ¿Alumno nuevo? —prosiguió.

—Es mi ayudante de investigación, su nombre es Amarant —dijo Karlen, al mismo tiempo que le daba un ligero golpe con el pie a Raziel.

Raziel lo miró confundido, pero entendió la señal de alguna manera. Solo no comprendía por qué Karlen había usado otro nombre.

—Y bueno, Amarant, ¿te divierten los cuentos de Karlen? —dijo en tono burlesco Friebal.

A Raziel no le agradó ese comentario, y en su rostro se notó. Karlen solo se limitó a sonreír.

—Tranquilo, muchacho, es una broma. Ya te contará Karlen sobre mi humor —dijo Friebal, al momento que le ponía una mano sobre el hombro.

Extrañamente, Raziel sintió la mano de Friebal muy pesada, como si hubiera un extraño pero leve flujo de energía estática.

—Hay mucha energía estática en tu oficina, Karlen, o bien tu muchacho es eléctrico —bromeó Friebal—. Bueno, solo venía a decirte que habrá Concejo extraordinario este viernes. Acaban de avisar.

—Gracias por el dato, como siempre, muy a tiempo, Friebal. Luego revisaré el correo —respondió amablemente Karlen.

—Bueno, los dejo para que sigan en lo suyo. Adiós, muchacho.

Friebal cerró la puerta y se fue.

—¿Amarant? —preguntó Raziel.

—Sí, lo siento. Fue el primer nombre que se me ocurrió. Friebal es investigador igual que yo, pero no cree en Ángeles, piensa que solo son leyendas, a pesar de todos los antecedentes que tengo sobre su existencia. En fin, ya no me desgasto con él. Lo conozco y lo acepto como es.

—Pero no me dijiste por qué le dijiste otro nombre… —dijo Raziel, todavía algo confundido.

—Cierto. La cosa es que en ocasiones he hablado mucho con Friebal sobre Ángeles, y le mencioné alguna vez sobre el Ángel Raziel, o sea, tú.

Raziel quedó más sorprendido aún.

—Entonces… —prosiguió Karlen—, sería muy raro que mi ayudante de investigación se llame también Raziel. Por eso, de ahora en adelante, necesito que tu nombre sea Amarant, al menos frente al resto.

Raziel no entendía mucho, pero aceptó.

En ese momento, la puerta sonó nuevamente y una sonriente Haline entró a la oficina de Karlen, quien le explicó sobre cuál sería el nuevo nombre de Raziel.

—Es un nombre lindo. Buena elección, papá —dijo la joven.

Raziel se sonrojó.

—Bien, pero eso no es lo realmente importante, Raziel. ¿Sabes qué día es hoy? —preguntó Karlen, cambiando de tema abruptamente.

Raziel ignoraba cómo funcionaban los días, meses, años o el calendario.

—Te lo explicaré rápidamente. Los calendarios se crearon en la antigüedad por distintas civilizaciones para poder medir el paso del tiempo y determinar fechas para celebraciones, temporadas de caza, entre otras cosas. Algunas civilizaciones usaron el calendario lunar, basado en los ciclos de la luna, y otras usaron ciclos solares además de los lunares, con 12 meses de 30 días. Hace más de 400 años terrestres, el papa Gregorio XIII reformó el calendario para corregir los errores en la cuenta del tiempo y estableció los 12 meses de 30 y 31 días, con 7 días a la semana. Cada año tendría 365 o 366 días. ¿Se entiende?

Raziel asintió, comprendiendo el concepto.

—Bien, entonces lo importante es qué día es hoy y por qué una fecha próxima es crucial.

Raziel y Haline lo miraron, sin entender a qué se refería Karlen.

—Hoy es 25 de abril. Eso significa que cuando llegaste a nuestro mundo, el 23 de abril, faltaban exactamente 7 días para el 30 de abril, la Noche de Walpurgis.

Un pesado silencio llenó la sala. Ni Raziel ni Haline sabían a qué se refería Karlen con esa noche.

—La Noche de Walpurgis es una antigua festividad pagana, y con el tiempo, se ha asociado a eventos demoníacos. Se celebra en la víspera del 1 de mayo, y hace cientos de años se vinculó con la brujería y las artes oscuras. Se decía que en un monte, en Alemania, los brujos se reunían para invocar a Lucifer y a sus demonios, celebrando rituales y sacrificios en su honor. Esa noche es considerada uno de los momentos más poderosos del año para las fuerzas oscuras.

Karlen observó las reacciones de Raziel y Haline. Para él, no existían las coincidencias, y la llegada de Raziel poco antes de la Noche de Walpurgis no podía ser casualidad.

—El azar no existe, y si has llegado tan cerca de esta fecha, algo importante está por suceder. Debemos estar preparados para cualquier cosa —sentenció Karlen, su voz firme y llena de advertencia.

Haline sintió un nudo en el estómago. Nunca imaginó que la llegada de un Ángel caído a su vida podría estar relacionada con una amenaza tan oscura. Su mente se llenó de preguntas: ¿Por qué Raziel? ¿Qué podía hacer ella para ayudarlo? Aunque era solo una estudiante de enfermería, estaba decidida a ayudarlo, sintiendo una conexión profunda con el Ángel caído que no podía explicar.

—Karlen, perdóname, pero ¿de verdad crees que mi llegada a este mundo tenga que ver con la Noche de Walpurgis? Yo ni siquiera fui importante en el Cielo. Fui expulsado por algo mucho menos grave que lo que hicieron los Ángeles que se rebelaron… Yo ni siquiera cuestioné los designios del Creador.

Karlen se mantuvo en silencio unos segundos antes de responder.

—Hijo, puedo estar equivocado, sin duda. Pero también podría no estarlo. Y como te he dicho antes, soy un ferviente creyente de que nada ocurre sin un propósito mayor.

Raziel permaneció en silencio, pensando en el simbolismo de los 7 días.

—¿El número “siete” significa algo más? —preguntó Raziel, quien logró captar lo que Karlen trataba de transmitir.

—En efecto. El número siete tiene muchos simbolismos en distintas culturas y religiones del mundo. En muchos textos antiguos se habla del número siete como un símbolo de lo divino, pero también del caos. Los 7 días, desde tu llegada, que nos separan de la Noche de Walpurgis son un tiempo de peligro. Cada día, las barreras que separan nuestro mundo de Umbra se debilitan. No es coincidencia que hayas caído precisamente en este momento. Tal vez, algo más grande está por venir, y tú podrías ser la clave para detenerlo.

Esto intrigó mucho más a Raziel.

—Puedo darte algunos ejemplos sobre el simbolismo del número siete a lo largo de la historia —dijo Karlen.

—Por favor —asintió Raziel.

Karlen hizo una breve pausa antes de continuar.

—Por ejemplo, el Ciclo de la Creación. En muchas tradiciones religiosas, el número siete simboliza el tiempo que le tomó al Creador dar forma al mundo, representando tanto la luz como la oscuridad. Aunque la creación divina se completó en siete días, la Noche de Walpurgis simboliza lo opuesto: siete días hacia la destrucción o distorsión de lo divino, conectando con las fuerzas oscuras que se desatan esa noche. Además, en la numerología, el siete está asociado con la búsqueda de la perfección, el conocimiento y lo espiritual. Como bien sabes, en el Cielo existen siete Arcángeles, pero también hay siete demonios que representan la contraparte. Así, mientras el número siete simboliza el logro espiritual y la perfección divina, la Noche de Walpurgis es una parodia oscura de esa perfección, donde durante siete días las fuerzas demoníacas conspiran para desestabilizar el orden establecido.

Raziel estaba sorprendido.

—También puedo decirte que el número siete está relacionado con las siete puertas de Umbra. Cada uno de los demonios de Lucifer custodia una de estas puertas. La Noche de Walpurgis es un momento en que las barreras entre el mundo de los vivos y los muertos se debilitan, permitiendo a los demonios ingresar a nuestro mundo. Además, hay una conexión simbólica con los siete pecados capitales. Durante los siete días previos a la Noche de Walpurgis, cada día representa la tentación de un pecado, y los demonios y brujos se alimentan de los actos de lujuria, codicia, ira, envidia, pereza, gula y soberbia de los humanos.

Karlen continuó con el análisis.

—En magia y ocultismo, el número siete está vinculado a los ciclos lunares y a la influencia de los cuerpos celestes en la Tierra. Los siete días previos a la Noche de Walpurgis corresponden a un ciclo de fortalecimiento lunar y estelar, durante el cual los hechizos y rituales oscuros se vuelven más poderosos. Y, por último, los siete días previos a la Noche de Walpurgis a menudo han sido testigos de eventos inquietantes en nuestro mundo.

Raziel escuchó atentamente, absorbiendo cada detalle del análisis de Karlen sobre el número siete y su conexión con la Noche de Walpurgis. La magnitud de la información y la inminencia de la amenaza comenzaron a asentarse en su mente.

—Entonces, si entiendo bien —dijo Raziel, tratando de sintetizar la información—, la proximidad de la Noche de Walpurgis y el simbolismo del número siete sugieren que este evento podría tener un impacto significativo en el equilibrio entre las fuerzas divinas y demoníacas.

Karlen asintió solemnemente.

—Exactamente. La Noche de Walpurgis no es simplemente una celebración pagana; es un momento en que las fuerzas oscuras están especialmente activas y buscan desestabilizar el orden. Los eventos inquietantes previos podrían ser señales de que algo más grande se avecina. Debemos estar preparados para cualquier cosa.

Haline sintió que su corazón latía con fuerza al escuchar a Karlen. La idea de que Raziel, el Ángel caído que había aparecido en su vida de forma tan repentina, estuviera vinculado a una amenaza tan oscura, la aterraba. ¿Cómo podía enfrentarse a algo tan grande? Sin embargo, cuando miraba a Raziel, sentía una calma extraña, como si, de alguna forma inexplicable, supiera que él era clave en todo esto. 

—Raziel, pase lo que pase, estaré contigo. — dijo la muchacha.

Karlen asintió y luego continuó.

—No sabemos qué exactamente nos depara la Noche de Walpurgis, pero tenemos que actuar con cautela y estar alertas. La llegada de Raziel a nuestro mundo podría ser parte de un plan mayor, uno que aún está por revelarse.

Raziel sintió una creciente resolución. Aunque no entendía completamente el alcance de su papel en este nuevo escenario, sabía que no podía quedarse de brazos cruzados.

— Haré lo que sea necesario para enfrentar esta amenaza. Si mi llegada tiene algo que ver con la Noche de Walpurgis, entonces debo estar preparado para lo que venga.

Karlen lo miró con una mezcla de respeto y esperanza.

— Así debe ser. Cada acción, cada decisión, tendrá un impacto en lo que está por venir. Nos enfrentamos a una encrucijada, y sólo con preparación y determinación podremos enfrentar los desafíos que se avecinan.

El silencio llenó la habitación mientras cada uno reflexionaba sobre la magnitud de las palabras de Karlen. La sensación de urgencia y la responsabilidad que ahora recaía sobre Raziel se hacían cada vez más claras. La Noche de Walpurgis estaba cerca, y la preparación para lo que se avecinaba era esencial.

— Nos reuniremos de nuevo antes de la Noche de Walpurgis —dijo Karlen, rompiendo el silencio—. Estemos listos para enfrentar lo que sea que nos espere. La lucha por mantener el equilibrio y proteger a la humanidad está sólo comenzando.

Con esas palabras, el capítulo aparentemente llegaba a su fin, dejando a todos con la sensación de que el verdadero desafío estaba por comenzar. Raziel, Haline y Karlen se prepararían para el próximo encuentro, conscientes de que el destino de muchos podría depender de sus acciones en los días venideros. 

Karlen hizo una pausa, mirando brevemente hacia la ventana. Algo lo inquietaba, una ligera brisa fría atravesaba el cuarto, y por un segundo, sintió como si algo o alguien estuviera observándolos desde la oscuridad. No dijo nada, pero sus sentidos estaban alerta y no se equivocaba. Algo que ignoraban los tres, es que mientras discutían la inminente Noche de Walpurgis, una figura sombría se ocultaba en las sombras, escuchando atentamente cada palabra. Este desconocido espía, con un aura inquietante, había logrado infiltrarse en el entorno sin ser detectado, ocultando su presencia. Tras capturar la conversación completa, el espía se retiró sigilosamente, dispuesto a entregar la valiosa información a los demonios en Umbra.

En la oscuridad de Umbra, el espía reveló los detalles críticos de la conversación a los líderes demoníacos. La noticia de la conexión entre la Noche de Walpurgis y la llegada de Raziel al mundo llegó como un soplo de esperanza para ellos. Sabían que esta revelación podría ser la clave para desatar una invasión demoníaca de proporciones épicas y decidieron actuar en consecuencia. La información filtrada marcó el inicio de una serie de preparativos oscuros y maquiavélicos destinados a aprovechar al máximo la ocasión.

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